martes, septiembre 24, 2013

Agridulce

Ojos de almendra, cuerpo de vainilla y sentimientos confitados. Estás horneado con harina de trigo, porque tienes esa consistencia arenosa que te llena la boca con moronitas de alegría y dejas sabor a miel.

Tus manos azucaradas me endulzan el cuerpo y tu olor a yerbabuena me refresca el alma.

Tienes corazón de chocolate, ese que calma angustias y provoca pasiones.

A veces comienzas salado y terminas tan dulce que me confudo entre la desgracia y la dicha.

Eres agridulce porque me desgarras pero me generas risas; sabroso pero difícil de comer.


Hoy aprendí...

Hoy aprendí que la vida no valdría la pena si todo fuera fácil.

Que la luna no es de queso, pero no por eso deja de ser un amuleto para los enamorados. Que aunque nuestro corazón sea lastimado no deja de latir y siempre volverá a sentir. Que siempre habrá una persona que vivirá en nuestro corazón a pesar de la distancia, de las situaciones y que podrás seguir sintiendo mariposas por alguien a quien amarás toda la vida.

Que finalmente aprendes a darte cuenta que hay quienes gozan con tu dolor y entiendes que debes dejar pasar esos detalles que te hacen sentir menos. Que algunas veces es necesario tocar fondo para abrir los ojos de lo que hemos hecho mal y actuar para remediarlo.

Hoy aprendí que las mentiras son el peor cáncer que hay entre los seres humanos; nos pueden llegar a cambiar de tal manera que no reconozcamos qué o quiénes.

Hoy aprendí que no hay peor obstáculo que uno mismo y que la barrera de los sueños es realizarlos con la convicción de que nada es imposible por difícil que parezca; que la fe mueve montañas.

Hoy aprendí que la gente nunca cambia pero sí existen los milagros; que a veces lo que uno ofrece de corazón no es valioso para los demás, pero no por eso valemos menos.

Hoy aprendí que se debe llamar a las cosas por su nombre para evitar mal entendidos y se tenga una visión equivocada de situaciones o personas.

Que la mayoría de las experiencias y sucesos de nuestra vida son consecuencias de nuestros actos y que siempre hay una oportunidad para reivindicarse y volver a empezar.

Hoy aprendí que el perdón es el mejor regalo que podemos dar y recibir cuando aceptamos que nos equivocamos. Que es cierto que el trabajo dignifica y nos llena de satisfacciones que hacen que seamos mejores personas.

Hoy aprendí que todos tenemos marcado un destino pero también podemos hacer que cambie; que las lágrimas limpian el alma, aunque a veces parezca que nunca se acaban.

Hoy aprendí que todavía hay personas que tienen la capacidad de sorprenderse con detalles sencillos; que hasta que te atrevas nunca sabrás si eres capaz de lograrlo; que es muy lindo soñar, pero es más hermoso aterrizar esos sueños.

Hoy aprendí a perdonar, a olvidar. Hoy aprendí que nadie puede hacerte daño si tú no lo permites. Hoy aprendí que la música me apasiona y en muchas ocasiones habla por mí, que una sonrisa es el mejor pago y que los ojos son la ventana del alma.

Hoy aprendí que me gusta ser como soy y que es mejor ir por la vida mostrándolo. Hoy aprendí que la esencia es lo que te da la clase y que el dinero es sólo un pretexto para quienes no son auténticos.

Hoy aprendí que en la vida se tiene que caminar a pesar de las piedras. Hoy aprendí que cuando tu trabajo te divierte y tus jefes confían en ti, todas aquellas horas de desvelo, tareas y estudio, valen la pena cuando llegas a trabajar y te sientes como en casa...

HOY APRENDÍ QUE TODAVÍA TENGO MUCHO QUE APRENDER !!!

Sorpresas...

Al principio sólo ves el exterior: la forma de vestir, el modo de actuar, quizás el olor de la loción y la forma de expresarse.

Alguna vez te habías dado cuenta de cierto interés y atracción, pero la cabeza no te deja ver ni sentir más allá. Luego, con el paso del tiempo, la convivencia y la confianza te permiten adentrarte, a veces sin querer y otras no tanto, en el pensamiento ajeno. 

Pero, el día en que aparece alguien que te 'roba' aquello que sin serlo sientes más que tuyo,  entonces afloran los verdaderos sentimientos. Es una extraña mezcla entre orgullo y miedo, de ganas de luchar por algo que no sabes si perdiste. Y de repente se vuelve un sentimiento, el más puro que nunca se ha experimentado.

Sí, efectivamente, cuando sentí que te perdía fue cuando quise que todo aquello que sentías lo dijeras y que no te importara nada, que me tomaras en tus brazos y me besaras.

Afortunadamente, para mi buena suerte estás conmigo y día a día vives en mi corazón, lograste sanar la herida que yo creía más profunda, conseguiste que mi vida cambiara para ser mejor persona y cada vez quiero ser algo mejor para ti, porque verme en tus ojos es el tesoro más valioso que hoy tengo.

Gracias a Dios por escucharme cuando tantas veces le pedí que me diera a una persona que valiera la pena, a pesar de algunas cosas con las que hemos peleado, estamos aquí en el camino hacia un destino juntos, con el corazón ardiendo a cada segundo y con la esperanza de que Dios nos dé tiempo para lograr esos sueños de ser algo más que amigos, amantes y confidentes.




domingo, febrero 24, 2013

Duele

Todo se derrumbó, de repente miré a mi alrededor y no había nada. Ni tú ni el trabajo ni la amistad ni mi esfuerzo por lo que quería conseguir en la vida. Al principio no lo afronté y me aguanté demasiado.

Pero se fueron acumulando los recuerdos, las costumbres y fue entonces cuando de repente el miedo se hizo presente y no me sentía segura; necesitaba ser protegida como una niña que no quería quedarse en la escuela porque extrañaba a mamá.

Necesito hablar contigo, tú que siempre me escuchas aunque no te hable. Porque sé que sólo en ti podré encontrar respuestas aún cuando parezca que ya no hay esperanza para un alma moribunda que ha ido acumulando tristezas y pérdidas.

Extraño mi periódico, el lugar donde tantas cosas desahogué sobre el escritorio, cuando los compañeros se hicieron amigos, ese sitio en el que mi alma sanó y se rompió tantas veces y mi vida cambió de tal manera que hoy me siento incompleta.

Pero no me queda más que aprender que todo lo que nos pasa en la vida es simplemente consecuencia de nuestros actos. Sé que me equivoqué y sólo me queda afrontarlo y buscar una segunda oportunidad para hacerlo mejor .

martes, junio 05, 2012

Locuras

Ayer hice algo que nunca imaginé, me robé un carrito de Walmart; la verdad no era mi intención quedármelo, simplemente fue una forma de solucionar el inconveniente de transportar dos ventiladores entre la lluvia y la falta de taxis.

Hacer locuras es algo que no había definido como tal, pero después de un tiempo me asumo como una loca divertida. Es tan gracioso reírse de uno mismo ante las miradas extrañas de la gente 'común'.

Nunca me visualicé caminando entre la lluvia por Avenida Universidad empujando un carrito de supermercado hasta la puerta del periódico y, que tras ello me hayan llamado para que lo moviera resultó aún más divertido.

La locuras, acompañadas de sonrisas, de recuerdos de la persona o la situación que las provoca enriquecen la vida de quien, en ocasiones, se ha sumido en la desesperanza y no se había dado cuenta que a pesar del dolor que pueda causarte un amor, siempre, siempre, después de la tormenta hay una gran sorpresa que nos hace sonreír aún más que la primera vez...

martes, abril 17, 2012

Hablar o callar

Muchas veces es una cuestión difícil en la vida poder decidirse a hablar o callar, sobre todo en cuestiones que son, en palabras sencillas: "por tristezas".

Tras un fin de semana lleno de emociones encontradas, mi corazón y mi lengua no han logrado coordinarse; me cargué de tristeza, alegría y en algún momento de desilusión. Lo más complicado es lograr descifrar cuál sentir hace latir más a mi corazón.

La incertidumbre se genera justo cuando no debería existir; mi alma conocía el resultado final que había entre el amar y el querer, pero como bien dicen Los Cardenales de Nuevo Léon: "tengo un corazón tan necio".

Quizás estoy un poco molesta, no por la situación que yo desde el inicio comprendí y acepté ni siquiera por no haber sido correspondida, si no por cosas en el camino, que a mi opinión, a veces deberían callarse.

Pero cómo pedir guardar silencio si lo que exijo es la verdad.

Vuelve la Pregunta de los 64 mil: ¿Hablar o callar?

Y qué callar o qué decir cuando ya no hay vuelta atrás; ¿rescatar una amistad? Finalmente, esa sigue implícita, es sólo que los sentimientos nos hacen actuar de manera inconsciente, nos ponen caretas de lo que queremos callar y terminamos diciendo.

No quiero ser quien cause unos ojos tristes y menos un conflicto confesado sobre si las relaciones que tenían una buena comunicación y quedaron en términos amigables no puede seguir siendo igual.

Quizás sea cuestión de tiempo, de "depuración de sentimientos", de tratar de entender que la vida nos pone jugadas para "destantiarnos", pero que de todo ese remolino de emociones y confusiones hay una respuesta final que siempre llegará, en el momento preciso.

Los tiempos de Dios son perfectos y se debe saber esperar, aunque en el camino nos llenemos de dudas.

No sé si hablar o callar, porque cuando lo hago hasta la tierra tiembla...


martes, abril 10, 2012

Modelo de Botero

Después de algunos meses de permanecer en un peso extremadamente ligero, debido a mis amorosos encuentros con la quimioterapia, poco a poco fui ganando kilos que hoy me hacen sentir modelo de Botero, lo cual no me desagrada del todo, ya que sus pinturas son famosas a nivel internacional.

Quizás lo único que me incomoda es que la ropa me apriete, pero debo confesar, aunque pueda rayar en el cinismo, que disfruto tanto comer.

Hoy me sucedió algo similar a lo que en algún momento comentó mi querido Chok respecto a la imagen física y emocional que tienen los otros de uno.

Un taxista me dijo que me veía como de unos 75 kilos, lo cual me pareció lógico porque me vio de una estatura a la cual no corresponde mi cuerpo, cosa que agradezco y a la vez, me da risa.

Unos dicen que me veo bien, que estoy delgada, pero la verdad es que aunque no conforme del todo con mi situación calórica y de masa muscular, siento que me encuentro en un proceso de reconexión con mi mente, cuerpo y corazón.

Siento que esta vez, a diferencia de las anteriores en las que pretendo comerme al mundo, estoy disfrutando cada mordida, aún cuando haya algún sabor amargo.

Mañana será distinto, porque dentro de mi cuerpo curvilíneo en tercera dimensión, hay escondidas más cosas que simple kilos de más. Comenzaré a liberar todas aquellas emociones, buenas y malas, que debo desprender de mi cuerpo, mente y sobre todo de mi alma.

Afortunadamente, no he dejado de ser yo, simplemente me llené de cosas que me alegraron y entristecieron tanto que me convertí en modelo de Botero.

domingo, marzo 25, 2012

Hacer fotografía

Ayer, durante un paseo por Coyoacán en el que estaba dispuesta a capturar imágenes para mi tarea de Fotografía, me di cuenta que muchas personas llevaban una cámara.

Algunos la utilizaban para captar el momento de su visita sabatina en el famoso Café El Jarocho, otros porque iban a una ceremonia religiosa, pero mi caso lo que yo intentaba era algo diferente; tratar de captar lo que para los ojos de los demás puede ser común.

Vaya tarea que me puse, puesto que me enfrenté a varios inconvenientes y temores; me sentí incapaz de explotar mi visión fotográfica, me dio pena que la gente me viera haciendo fotos.

Y me sorprendí, al darme cuenta que sólo se necesita sensibilidad para poder encontrar una imagen que provoque una reacción y que las demás cuestiones técnicas se aprenden con la práctica, es básicamente tomar la cámara y buscar algo que nos llene el ojo y nos permita pensar en cómo se verá plasmada nuestra creación, qué provocará en quien pueda apreciar nuestra fotografía.

Cualquiera puede tomar fotos, pero sólo pocos como mi querido José Luis Ramírez Negrete, saben hacer fotos. Por ello, agradezco que me haya permitido tenerlo como maestro.

jueves, marzo 22, 2012

La maestría

Desperté a las 07:00 y tenía que estar en la Septién a las 08:00; era el primer día de la maestría y yo seguía en la cama pensando cómo llegar a tiempo.

Corría por la casa buscando mi ropa, los cuadernos, las plumas, pensando qué ponerme, si llevar o no de comer.

Me bañé y me arreglé como pude; salí corriendo en busca de un taxi que, de una manera increíble, me llevó hasta el Metro Hidalgo en 12 minutos.

Al estar en la puerta no supe si entrar; en mi cabeza corrió una película llena de recuerdos y nostalgia.

Los pasillos iban llenándose poco a poco de alumnos; las pláticas se centraban en recapitular lo que uno se dedica a hacer en la vida, el trabajo.

La parte sorpresiva y retadora de la primera clase fue la presentación de los compañeros, varios de ellos hacen un viaje de varios kilómetros para estar única y exclusivamente en los sábados en la maestría. Oaxaca, Veracruz y Torreón son algunos de los destinos.

Debo aceptar que eso me impulsa a esforzarme más en llegar a tiempo y ser responsable con mis clases.

El primer reto es el trabajo final de la primera materia y del que aún no he podido concretar nada. Sé que no suena nada bien, pero ya mi cabeza maquina algo que escribir.

Tengo muchas expectativas sobre lo que viene en este gran paso académico, aunque también tengo varios pendientes por solucionar.